Tras la ruptura del tándem compuesto por Vicente Escrivá, en su doble condición de guionista y productor, y Rafael Gil, en el rol de director, que había marcado el modelo de producción de Aspa Films desde su fundación, el cineasta valenciano se replantea la política de la empresa. Entre los proyectos de esta nueva etapa, destaca Salto a la gloria, inicialmente titulado Cajal y aún después, en su presentación a censura en diciembre de 1958, Asalto a la gloria, sobre la vida del Premio Nobel de Medicina Santiago Ramón y Cajal. Para recomponer su equipo, Escrivá rescata como coautor del tratamiento a un eterno colaborador, Ramón D. Faraldo, y como coguionista al novelista y dramaturgo Manuel Pombo Angulo, con quien había firmado a medias una obra teatral, Después de la niebla (1949)
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