2000 Maniacos
(Valencia, 1989 –)
Revista de cine
2000 Maniacos es uno de los fanzines más reconocidos en el ámbito de la prensa cinematográfica alternativa. Manuel Valencia, su responsable, también ha dirigido Mundo Canalla y colaborado en otras publicaciones periódicas como Nosferatu, Dezine, Fantastic Magazine o Invasión!. La revista atiende al cine de terror, en especial al de serie B y al gore, al género fantástico y al pornográfico, siempre con un tono desenfadado y gamberro apreciable hasta en su abigarrado diseño, sin omitir secciones clásicas en este tipo de publicaciones, como las dedicadas a reseñar las principales revistas sobre cine fantástico, más aún si son fanzines, a los cómics o a la música popular. Por sus abarrotadas páginas aparecen noticias de actualidad, crónicas de festivales y críticas de películas, tanto de reciente estreno como algunos títulos clásicos y de culto, que en ocasiones protagonizan artículos independientes. Es el caso de Mal gusto (Bad Taste, Peter Jackson, 1987) (1, 1989), Viernes 13 (Friday the 13th, Sean S. Cunningham, 1980) (2, 1989), La noche del cazador (The Night of the Hunter, Charles Laughton, 1955) (6, 1991), Acción mutante (Alex de la Iglesia, 1992) (11, 1992) o Alien vs. Predator (Paul W.S. Anderson, 2004) (32, 2004). También son frecuentes los reportajes sobre directores –Sam Raimi (1 y 6, 1989 y 1991), Russ Meyer (2, 1989), Joe Dante (4, 1990), Jesús Franco (7, 1991), Álex de la Iglesia (10, 1992), Peter Jackson (12, 1993), Bill Plympton (20, 1998) o Takashi Miike (32, 2004)–, personajes clásicos del cine de terror –Freddy Krueger (1, 1989) o los vampiros (4 y 16, 1990 y 1995), por ejemplo– y actores o actrices del cine fantástico y pornográfico –John Holmes (2, 1989), Traci Lords (5, 1990), Robert Englund (7, 1991) o Corey Feldman (38, 2008), protagonista este último de Los Goonies (The Goonies, Richard Donner, 1985), por citar unos pocos–, todo ello tratado con mucho humor y desparpajo. En ocasiones sus redactores llegan a componer entrevistas-ficción. Así sucede con la realizada a Béla Lugosi en el número 38 (2008). En los primeros números también destacan algunos reportajes por entregas, como los dedicados a “20th Fantasy Fox” o “La historia de Toontown”, sobre las películas fantásticas de la Fox y el cine de animación respectivamente. Más adelante la revista apuesta por los glosarios, que abordan géneros, productoras especializadas en el cine de terror o, de nuevo, personajes clásicos de estas películas, las filmografías de títulos olvidados y de culto, así como por los artículos que tratan las novedades y el pasado del cine fantástico y pornográfico en distintas cinematografías como la mexicana (22, 1999) o la japonesa (32, 2004). Con el número 40 (2009), 2000 Maniacos celebra su veinte aniversario, vida más que considerable para un fanzine. Ello se debe, además de a la habilidad y tenacidad de su director, a la vinculación que la revista ha tenido con algunos festivales como la Semana de Cine Fantástico y de Terror de San Sebastián. 2000 Maniacos puede considerarse en la actualidad el decano de los fanzines y sin duda ha contribuido de manera destacable –junto a otras cabeceras tan reconocibles como Zineshock, dirigida por Jaume Balagueró– al buen momento que han vivido este tipo de publicaciones desde la década de los noventa. Capaz de despertar tantos elogios como animadversiones, la revista ha creado escuela sobre todo por su atención al denominado trash cinema, donde sitúa el cine de terror y el pornográfico, la ligereza de muchos de sus contenidos, la búsqueda del impacto visual en sus páginas o la cinefagia desordenada y delirante que encierran. En su estela pueden situarse publicaciones como Xacatrax, Imagen D.E.A.T.H., Mundo Canalla o Invasión!. Entre las firmas habituales que aparecen en la revista destacan las de Isabel Andrade, Piedras Blancas, Felipe Buzzanca, Carlos Durbán, Pedro Calleja, Borja Crespo, Casto Escópico, Paco Gisbert (Frank Lasecca), Jesús Palacios, Pedro Porcel, Jorge Riera (“Putokrio”), Manuel Romo, Sergio Rubio o Sandra Uve, además de las colaboraciones ocasionales de Carlos Aguilar, Jordi Costa o Román Gubern, entre otros –en el monográfico “100 años de terror” en el número 16 (1995), por ejemplo–.